Hace ya varios años que conozco al escritor J. Olloqui, desde que coincidimos como partícipes en una antología benéfica que nos llevó a Fuente Obejuna. Desde entonces el autor ha escrito varios libros, tratando desde invasiones extraterrestres hasta gente con poderes, hasta que se introdujo de lleno en la literatura infantil con “Yumi y su banda” (cuya segunda parte, “Alimaña Superstar”, ya se encuentra disponible).

Yumi y su bandaEs precisamente con esta novela con la que Olloqui ha conseguido el premio Pop-Eye de este año al libro infantil/juvenil, una nueva categoría que el escritor estrena, lo que no es poca cosa. Estos premios, cuya primera edición se remonta a 2006, cuentan en sus diversas categorías con galardonados de la talla de Vetusta Morla, el periodista Diego Manrique, la revista Mongolia, Agatha Ruiz de la Prada o Verónica Forqué. A esta lista, y tras la pausa pandémica del pasado año, se añaden en su decimoquinta edición J. Olloqui y su “Yumi”. Olloqui ya rozó estos premios en la segunda edición formando parte del grupo musical Moscú, cuya vocalista obtuvo ese galardón en 2007.

¿De qué trata este libro? Pues en él seguiremos las peripecias de Yumiko Vega, una niña de diez años cuyo sueño es lograr ser batería de un grupo importante. Mientras leemos sus aventuras, también podremos echar un vistazo a los dibujos que ella misma va haciendo (y que son creados por el propio autor, demostrando que no solo se atreve a enfrentarse con las letras). No faltará, claro, el humor que suele acompañar a todas las narraciones del escritor, ni tampoco continuas referencias musicales. Quizá uno de los puntos más destacados sea la lectura a dos niveles, similar a las clásicas películas de Pixar: mientras que los niños pueden disfrutar de una historia amena y divertida, los adultos observarán algunas críticas sociales que el autor teje con maestría en la historia.

J. Olloqui (izquierda) junto al resto de ganadoresHablo ahora un poco de los premios Pop-Eye o, más formalmente, los Premios Nacionales de la Música y las Artes: comenzaron centrándose exclusivamente en la música, para después ampliar su alcance a otros ámbitos culturales como la literatura, el teatro, la fotografía o la televisión. Contando solo con el apoyo del ayuntamiento donde se celebran (en esta ocasión, Plasencia), la asociación cultural Bon Vivant ha tenido que buscar diversos patrocinadores para poder seguir, año tras año, ofreciendo esta gala y seleccionando los referentes culturales a ser premiados.

A pesar de ello, un año más han logrado crear una gala completa, con varias proyecciones y conciertos antes del anuncio de los ganadores, incluyendo un premio de honor para el fallecido Enrique Morente en el décimo aniversario de su deceso. Quién sabe lo que lograrían con un poco de ayuda institucional…

Premio Pop-Eye a YumiVuelvo de nuevo con el autor, que tuvo a bien contarme cómo llegó a este género. Como digo, le conocí en una antología de cuentos infantiles, pero no era ese el género que escribía en novela; fue más adelante, charlando con su editor, cuando surgió la idea, si bien él ya llevaba tiempo pensando en ello. Ahora, y tal como dice él mismo, si bien no descarta volver a las novelas “adultas”, ha encontrado en la literatura infantil una manera de disfrutar y de ser disfrutado que le encanta. “La inocencia de los niños es una herramienta muy poderosa”, dice Olloqui respecto a cómo conectar con su nuevo público.

Enhorabuena a J. Olloqui y a su obra, que seguro continuará obteniendo reconocimientos, y también mucho apoyo para la asociación cultural Bon Vivant, para que siga con su tarea en favor de la cultura durante muchos años.