Cine


El séptimo arte siempre ha sido muy especial para mí y, si bien no me veía capaz de estar «al otro lado» de la pantalla, sí que he disfrutado desde pequeño de toda clase de películas. Hace apenas un año (en 2016) me surgió la oportunidad de participar en el crowdfunding de un cortometraje guionizado y dirigido por Juan de Dios Garduño, cuya novela «…Y pese a todo» había sido llevada al cine de la mano de Miguel Ángel Vivas. El cortometraje que digo, «Fe», ha logrado ya ser seleccionado en varios festivales y ha obtenido algún que otro premio. Y yo puedo presumir de ser co-productor del mismo.

Unos meses después del estreno, tomando algo con el director, surgió la idea de un nuevo corto. Bueno, más bien surgió la «necesidad», y lo que nos pusimos a hacer es, precisamente, buscar la idea. Durante un fin de semana de intenso (muy muy intenso) brainstorming, donde las tramas iban y venían, y las historias giraban y giraban por encima de nuestras cabezas, Juande y yo estuvimos desechando montones de ideas y también cogiendo algún que otro elemento útil de entre medias. Y, por fin, al tercer día apareció una imagen en nuestra mente: la imagen de un lobisome.

Coguionizar un cortometraje (por el momento en fase de preproducción) fue, verdaderamente, mi introducción entre bambalinas al mundo del cine. Sí, acababa de ser coproductor, pero eso me hacía poco más que un tío que ponía pasta para que otros pusieran arte. Y, leches, como escritor (sea mejor o peor, eso ya no entro a discutirlo), como creador de historias, y también como lector y espectador acérrimo, quería ser parte de esa magia. Así que comencé a aprender (gracias a mi personalidad obsesiva) muchísimas cosas que ignoraba, lo que era sencillo porque ignoraba muchisísimas cosas,  y a escribir un guión tras otro. Guiones de cortometrajes de entre tres y quince minutos, algunos con mejor pinta y otros…, en fin, hablemos de otra cosa.

El caso es que me junté con unos cuantos. Si podía considerarme escritor cuando escribí mi primera novela, pues no iba a dejar de considerarme guionista tras una docena de guiones, digo yo. ¡Ya era guionista! ¡Yuju! Eh…, pero ahora, ¿qué pasaba con esas hojas de papel? ¿Dónde iba a encontrar gente tan locuela como para querer rodar un guión que yo hubiera escrito? Y otra pregunta de vital importancia: ¿quién iba a dirigir aquellas historias?

Como algunos ya sabréis, mi género favorito es el detectivesco y el suspense. La mayoría de mis novelas y relatos están encuadrados en lo que ahora (y recalco lo de «ahora») se denomina genero negro, que como los dioses del Olimpo ha crecido y desbancado a sus padres. Ahora, si hay policías, detectives o crímenes, todo es género negro. Bueno, a lo que vamos, que necesitaba un director de género negro, y solo conocía a un director de terror (de nuevo nombro a Juande, espero que me invite a algo cuando lea esto). Eso no me impidió llamarle, claro.

«Juande, oye, que necesito a un director para este guión que tengo», le digo, y le envío el guión. Al rato me responde «Pero, tío, yo me dedico al terror». Yo, que no me doy por vencido tan fácilmente, le replico «Ya, ya. Mira, aquí muere gente. Eso da miedo».

No, no le engañé.

«¿Por qué no lo diriges tú?», me dice antes de despedirse. ¿Yo? ¿Dirigir yo? ¡Pero si hace un mes que he empezado a escribir guiones! ¿Cómo voy a poder dirigir nada? Y entonces fue cuando me cogí un mes sabático (sí, de verdad, se puede coger) y me preparé para el gran desafío. Iba a guionizar y dirigir un cortometraje.

Si mi cordura os parece que podía estar alejándose de mí a pasos agigantados, mejor no os digo que mi primera idea fue llevar absolutamente toda la parte técnica y artística. De todas formas, en mi primer corto lleve todo menos la actuación (vídeo, sonido, postproducción…).  Así se creó «Una obra maestra», que estaba basado en un pequeño relato con el mismo nombre. Una historia sobre la búsqueda desesperada del éxito literario.

En cuanto tenga tiempo crearé una página para «Una obra maestra» y otra para «Destino», mi segundo corto (que ahora está en fase de postproducción), y en el que ya he delegado trabajo en gente que sabe hacer las cosas mejor que yo.

¡Hasta pronto!

ACTUALIZACIÓN – 11 DE JUNIO DE 2018

Bueno, pues aún no he creado páginas para los dos cortometrajes que indicaba, pero eso no quiere decir que haya dejado de lado mi faceta de director; actualmente cuento ya con cuatro cortometrajes finalizados: «Una obra maestra», «Destino», «¡Han llegado!» (de nuevo aproveché un mes sabático para producirlo) y «Víctimas» (que cuenta con versión bilingüe español/inglés, y la participación de Jess González y David M. Santana), además del videoclip de la canción de «Destino», interpretado por la genial cantautora Lara Morello, y el booktrailer de mi última novela, «Cabrones», coescrita junto a Óscar Fernández Camporro y Rafael Estrada, que también participan protagonizando el booktrailer. Tanto «Una obra maestra» como «Destino» han obtenido algún premio en festivales, y «¡Han llegado!» ha sido seleccionado en un par de ellos, por el momento. «Víctimas», aunque ya está finalizado, todavía no ha empezado con el circuito de festivales.

A día de hoy, tengo prevista la grabación en breve de un nuevo cortometraje («El trabajo»), además de estar preparado para crear otro en cuanto el festival «7 días 1 corto» dé el pistoletazo de salida e indique el tema sobre el que crear una historia, y para la que hay un total de tiempo (preproducción, producción y postproducción) de siete días. Un reto que me parece muy interesante, y al que ya se ha apuntado también Óscar Fernández Camporro para ayudarme tanto con el guión como con la actuación.

Por último, pero no menos importante, os recuerdo mi colaboración en el guión de «Lobisome», el último cortometraje de Juan de Dios Garduño, que en breve comenzará a dar guerra (mucha, mucha guerra).

En la IMDB podéis echar un vistazo a todos mis trabajos, yendo a la página https://www.imdb.com/name/nm8734706/.

ACTUALIZACIÓN – 12 DE JULIO DE 2018

Solo un mes ha pasado desde la anterior actualización, pero ha sido un mes intenso. «El trabajo» ya es una realidad, así como «Secuestrada», el cortometraje con el que participo en el festival «7 días 1 corto».

He creado una pequeña lista de reproducción con tráilers, detrás de las cámaras y tomas falsas de mis trabajos audiovisuales. Espero que os gusten. Podéis acceder a ellos pulsando AQUÍ.

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ACTUALIZACIÓN – 15 DE JULIO DE 2020

Pongo aquí los enlaces a varios de mis cortometrajes. Espero que los disfrutéis y, de ser así, compartidlos para que lleguen a más gente.

El trabajo: https://vimeo.com/davidjskinner/thejob

Secuestrada: https://vimeo.com/davidjskinner/secuestrada

Una obra maestra: https://vimeo.com/davidjskinner/masterartwork

¡Han llegado!: https://vimeo.com/davidjskinner/hanllegado

Y directamente aquí podéis ver los siguientes:

Destino:

Videoclip de Destino (ft. Lara Morello):

Preys: a Deadly Job:

Víctimas. Un encargo mortal:

Booktrailer «Cabrones» (versión larga):

ACTUALIZACIÓN – AGOSTO 2022

Tras un tiempo sin filmar, este mes se ha terminado la postproducción del último cortometraje en que participo, esta vez en calidad de guionista y montador: «Un error (que alguien pagará muy caro)». A continuación, el tráiler.